Los rayos canales, también conocidos como rayos anódicos, son haces de rayos positivos construidos por cationes atómicos o moleculares que se desplazan hacia el electrodo negativo en un tubo de Crookes. Estos rayos fueron observados por vez primera por el físico alemán Eugen Goldstein, en el año 1886.
Una idea general de los tubos de crookes se puede obtener de la siguiente imagen:
Un tubo de vidrio en el que después de introducir un gas se hace el vacío con dos electrodos conectados a un voltaje elevado.
imagen de un tubo de crookes usado para la detección de los rayos canales
Estos rayos anódicos se forman cuando los electrones van desde el cátodo (-) al ánodo (+), y chocan contra los átomos del gas encerrado en el tubo. Como las partículas del mismo signo se repelen, estos electrones que van hacia el ánodo arrancan los electrones de la corteza de los átomos del gas, el átomo se queda positivo, al formarse un ion positivo, éstos se precipitan hacia el cátodo que los atrae con su carga negativa.
La naturaleza de la radiación puede ser variada y depende del tipo de gas que hubo en el tubo antes de hacer el vacío. Se le suele atribuir a Goldstein el descubrimiento del protón, pero lo cierto es que no tenía una idea clara de la naturaleza de esta radiación.